Giuliano Simeone no ha empezado de la mejor manera posible la temporada con el Atlético de Madrid. El delantero argentino, hijo del entrenador colchonero, ha recibido varias críticas por parte de la afición y de la prensa. Sus actuaciones no han convencido y muchos consideran que todavía le falta dar un paso adelante, pese a que en Vitoria abrió el marcador, con su primer gol del curso.
En este contexto, algunos sectores han reclamado mayor competencia para el Cholito. La idea es clara: un jugador que le obligue a mejorar y a pelear por un puesto de manera más exigente. Ante esa situación, Diego Pablo Simeone, consciente de la necesidad de aumentar el nivel en ataque, ha sido claro con la directiva del conjunto colchonero.

"Quiero competencia para Giuliano, necesitamos alternativas en la delantera", habría sido el mensaje del técnico argentino según fuentes cercanas al vestuario. El club madrileño no tardó en responder y cumplió con la petición de su entrenador.
El fichaje de Nico González
A principios de semana, justo en el cierre del mercado de fichajes, el Atlético de Madrid anunció la incorporación de Nico González. Se trata de una cesión con opción de compra, una operación que ha sorprendido por un detalle muy particular. El nuevo delantero rojiblanco es, precisamente, el gran rival de Giuliano Simeone en la selección argentina.

La llegada de Nico cambia por completo el panorama. Es un atacante con proyección, buen manejo de balón y capacidad de generar peligro en el área rival. Su fichaje no solo refuerza el ataque rojiblanco, también pone en entredicho la continuidad y el protagonismo del hijo del Cholo.
La competencia entre ambos ya es conocida en Argentina, donde se han disputado un sitio en las convocatorias de Lionel Scaloni. Ahora, esa rivalidad dará un paso más, trasladándose al día a día del vestuario colchonero.
La competencia en la Albiceleste
Nico González todavía no se ha estrenado oficialmente con la camiseta del Atlético, pero ya empieza a mostrar detalles de su calidad. En el último encuentro de la selección argentina frente a Venezuela, dio una asistencia a Lautaro Martínez que fue clave en la victoria.
El dato no pasó desapercibido. Mientras Nico brillaba, Giuliano Simeone se quedó en el banquillo hasta el minuto 81, cuando ingresó sin apenas margen de tiempo para dejar su huella. Una situación que refleja perfectamente el momento actual de ambos jugadores.
En la Albiceleste confían en que esta competencia beneficie al futuro del combinado nacional. "La rivalidad de Giuliano y Nico es positiva, porque los dos querrán crecer", señalan fuentes próximas a la selección. Mientras tanto, en el Atlético, la presión aumenta para un Giuliano Simeone que deberá reaccionar si no quiere perder terreno frente a su nuevo compañero.