La jornada 35 de LaLiga enfrentaba al Atlético de Madrid y al Celta de Vigo. Los rojiblancos llegaban con la motivación de hacerlo bien en el día del niño, una fecha muy especial para la afición rojiblanca. La necesidad del Celta les obligaba a salir con intensidad: victoria del Cádiz que les recortaba tres puntos en la lucha por la permanencia.
Dominio colchonero en la primera parte
Comenzó el partido con un intercambio de ataques entre ambos equipos. Por un lado, el Atlético de Madrid con sus atacantes muy activos, y por otro el Celta que buscaba combinar con Bamba y Iago Aspas. Llegaba la primera ocasión en los pies de Samu Lino, un punterazo desde la frontal que se iba por muy poco.
En el minuto 13 el Atlético de Madrid tuvo una doble ocasión muy clara. Primero Rodrigo Riquelme, tras un gran pase de Samu Lino, se quedaba mano a mano y Guaita sacaba una mano providencial. Después fue el brasileño el que sacó un disparo entre los defensas del Celta, y el portero vigués volvió a sacar una mano abajo impresionante.
Comenzaba a llegar el Celta, que no estaba siendo muy protagonista hasta el momento. Primero fue un saque de esquina ensayado, que punteó Ángel Correa para despejar in extremis. Después una gran pared terminaba con un centro raso muy peligroso de Mingueza, que taponó Oblak en dos tiempos.
Quería terminar bien la primera mitad el Atlético de Madrid. El Cholo Simeone decidió cambiar de banda a Roro Riquelme, que combinaba a la perfección con Ángel Correa y Antoine Griezmann. Pero fue Marcos Llorente el protagonista, después de un pase mágico de Koke se quedaba mano a mano con Guaita, y su chut con la pierna izquierda fue demasiado flojo.
Estuvo el Celta a punto de estrenar el marcador en la última jugada de la primera parte. Un gran centro de Jonathan Bamba que rebotaba en la espalda de Witsel, que estuvo muy cerca de colarse en la portería de Jan Oblak. Dominio rojiblanco en la primera parte, aunque el Celta creaba peligro en las contras.
Sufrimiento hasta el final en la segunda parte
El Cholo Simeone decidió mover el árbol desde el inicio de la segunda parte. Saltó al terreno de juego Álvaro Morata, y se quedó en el vestuario Samu Lino, que cuajó un gran partido. El delantero fue protagonista nada más salir, remató de cabeza un centro, que se marchó desviado.
Los primeros minutos de la segunda parte fueron de tanteo, ambos equipos salieron con cabeza para tratar de no perder el partido. No le gustó al Cholo Simeone que decidió cambiar algunas posiciones sacando a Rodrigo De Paul por Stefan Savic. Marcos Llorente pasó al carril derecho, y César Azpilicueta a la defensa de cinco.
Se convertía el partido en un correcalles, en el minuto 58 el Celta tenía la ocasión más clara hasta el momento. Un pase raso de Bamba dejaba a Iago Aspas solo, que de primeras definió fuerte arriba, aunque un poco centrado. Jan Oblak tirando de reflejos consiguió evitar el primero.
Simeone seguía descontento con el equipo, y está vez fue Ángel Correa el que abandonó el campo. Pablo Barrios entró para tratar de que no estuvieran tan cómodos los centrocampistas del Celta. El madrileño rápidamente entraba en juego, creando un gran pase que no definió Riquelme.
Volvía a llegar con peligro el Celta, que comenzaba a ser más protagonista. Un tiro muy lejano de Fran Beltrán obligaba a Jan Oblak a estirarse para evitar el primero. Devolvía el golpe Antoine Griezmann con un tiro desde la frontal que se fue desviado.
Memphis Depay volvía tras la lesión, y Reinildo salió junto a él. Se marcharon Rodrigo Riquelme y Antoine Griezmann, ambo estuvieron muy activos durante el encuentro . El Cholo Simeone agotaba los cambios tratando de buscar la victoria.
El holandés entraba enchufado: un pase de primeras a Barrios, que posteriormente se la devolvió para dejarle escorado en el área, terminaba con un disparo del holandés taponado por Guaita. En la siguiente jugada, un remate acrobático impresionante de Barrios estuvo a punto de colarse entre los tres palos.
En los últimos 10 minutos, el dominio rojiblanco era apabullante. Dos disparos del mismo, decidieron el partido, Rodrigo De Paul: el primero desde fuera del área, colocado, terminó con un paradón de Guaita. En el mismo córner, recogió el rechace, lo controló con el pecho, y de volea clavó el balón en la escuadra, consiguiendo así abrir el marcador.
Tras el golazo de Rodrigo De Paul, el Metropolitano se vino arriba, tratando de empujar al equipo a la victoria. Incorporaba Claudio Giráldez tres cambios de golpe para tratar de revertir la situación. El Atlético de Madrid durmió el partido, y consiguió hacerse con los tres puntos.
Gran partido de ambos equipos, el Celta consiguió resistir los ataques colchoneros hasta el minuto 88. Un golazo de Rodrigo De Paul hace soñar a los rojiblancos con llegar a alcanzar al F.C Barcelona y al Girona. El equipo terminó de certificar la Champions, y con ello, el objetivo anual del club.