El Atlético de Madrid se enfrentaba al Cacereño en la segunda fase de la Copa del Rey, Simeone llegaba al partido en Extremadura con muchas rotaciones en el once que sacó. Para este partido el argentino recuperaba a uno de los jugadores más importantes, Robín Le Normand, el internacional español. Llevaba de baja desde que colisionó con Aurelien Tchouameni en un derbi ante el Real Madrid.
El once que puso en liza, con nueve cambios respecto al de Valladolid, Juan Musso en la portería, Javi Galán, Le Normand, Witsel y Azpilicueta, en la defensa. Koke, de vuelta al medio como capitán, junto a Rodrigo de Paul, más Lino y Riquelme por las bandas, Correa y Sorloth en punta. Con la ausencia de Antoine Griezmann por una extracción de muela, aunque iba a partir de suplente.
El Atlético tuvo varias ocasiones en la primera parte, una de las más clamorosas fue de Samu Lino, que mano a mano se la regaló al portero Nieves. Una ocasión imperdonable, que el Atlético no podía fallar y falló, y le costó muy claro al equipo de Simeone. Tan caro que acabó encajando un gol absurdo en una contra, que desnudo por completo las carencias de Azpilicueta y de Witsel.
El Cacereño pego primero
Fue Merencio, quien tras un centro lateral de Christian pone el pie para conectarla y mandarla al fondo de las mallas. Palo durísimo para el Atlético, que estaba controlando el partido y no había concedido prácticamente ni una ocasión a los extremeños. Simeone se desgañitaba y se volvía loco buscando soluciones, y lo intenté cambiando a Riquelme de banda, a jugar por izquierda.
Riquelme se plantó en el área antes del descanso y perdonó una ocasión que tiene pinta más de sentencia, que de oportunidad. Una gran intervención de Nieves, el portero local, pero la definición de Riquelme no pudo ser más débil, el Atlético lo pagó. Se fue al descanso en desventaja y Simeone tuvo que recurrir a la artillería para la segunda parte, en un partido atascado, Julián, Llorente y Lenglet de arranque.
Sentenciados Azpilicueta y Riquelme y sustituido Le Normand por Lenglet, ya avisó Simeone que Lenglet estaba bien y a Le Normand le faltaba. En la primera, de la segunda parte, tras un enorme barullo en el área, Rodrigo de Paul disparó con el alma, pero se fue lejos y al lateral de la red. En otra acción destacada, Correa recibió de Sorloth pero su disparo se fue totalmente cruzado y desviado.
Mientras Simeone, a seguir buscando soluciones, metió a Barrios por Koke y a Conor Gallagher por Correa. Lo intentó el Atleti con un buen disparo de Rodrigo de Paul de la frontal, increíble la intervención del portero Diego Nieves. Metió una mano espectacular a la altura del larguero, un De Paul que se quedó como capitán tras la salida de Koke.
Lino y Riquelme, para el olvido
Otras dos ocasiones de Lino, al limbo, mientras el Atlético acechaba la portería de Nieves, pero hoy no tenía su día. Llorente lo intentaba y De Paul se apoyaba en él para generar superioridad por la banda derecha. Galán forzó una falta muy clara, siempre siendo el que más se acercaba a la portería del Cacereño, y en esa falta, el Atlético volvió a la vida.
Julián la puso, una serie de rebotes cayeron en De Paul, y el envío de este lo cabeceó Lenglet, dando oxígeno a los rojiblancos. Que se metieron de lleno en el partido, y aún más, cuando Javi Galán forzó otra falta, que acabó con una expulsión de Jaime Sancho. Una falta de Julián Alvarez, entre el palo y otra parada excelsa de Diego Nieves y reclamaron el gol los de Diego Simeone, que fue expulsado por protestar esa acción.
Julián y De Paul al rescate
En el descuento, todo se derrumbó para los locales, primero tras un disparo de Rodrigo de Paul, desviado por Joserra, para meterse dentro de la meta de un frustrado Nieves. Lo sentenció Julián Alvarez, marcando por tercer partido consecutivo como rojiblanco, y su undécimo gol de la temporada, tercero además en la Copa del Rey, majestuoso el pase de De Paul.