A falta de confirmación oficial, Saúl Ñíguez abandonará el Atlético de Madrid y fichará por el Sevilla FC. En la mañana de este sábado se ha podido ver al jugador despidiéndose de sus compañeros y del staff técnico con lágrimas en sus ojos. Y es que su marcha no es de "un cualquiera", sino de un jugador que ha hecho historia con el club rojiblanco.
Las últimas temporadas de Saúl Ñíguez, a un bajo nivel, han empañado las grandes campañas que tuvo el ilicitano durante sus primeros años. Sin embargo, los números y las estadísticas están ahí para demostrar lo importante que ha sido el centrocampista para Diego Pablo Simeone. El recuerdo, además, también dejará en la mente de los aficionados colchoneros la imagen de un futbolista que lo tuvo todo para comerse el mundo.
Saúl Ñíguez, una leyenda del Atleti
El futbolista nacido en Elche llegó al Atlético de Madrid cuando era un chaval, recalando en las categorías inferiores tras un traumático paso por la cantera del Madrid. Desde entonces, Saúl Ñíguez ha ido derribando cada una de las puertas que tuvo en frente hasta debutar con el primer equipo en 2012 ante el Besiktas en la Europa League. Volvía la ilusión al Vicente Calderón, pues veían en ese jugador lo que podría ser la proyección de una futura estrella mundial.
Sin embargo, las verdaderas oportunidades no llegaron hasta que Saúl Ñíguez volvió de la cesión al Rayo Vallecano. Fue en ese equipo madrileño donde terminó forjándose como futbolista en la élite del fútbol español, y el que lo preparó para entrar en los planes definitivos de Simeone posteriormente. Desde entonces, el centrocampista ha conseguido sumar 427 partidos con la camiseta del Atlético de Madrid, siendo el séptimo jugador de la historia del club con más encuentros.
Sus grandes momentos
Prácticamente once años que han dado para mucho, incluyendo grandes partidos, goles históricos y muchos trofeos. Varias de esas exhibiciones se nos quedarán en el tintero, pero Saúl Ñíguez ha dado a la Champions League sus mejores actuaciones. Uno de esos grandes momentos fue su gol "maradoniano" ante el Bayern de Múnich en el Calderón, donde se regateó a varios futbolistas hasta batir a Manuel Neuer.
El estadio del manzanares se desplomaba por lo que acababa de ver, un chaval lleno de ilusión marcando uno de los mejores goles de la historia del club en Champions. Junto a aquel tanto, Saúl Ñíguez también protagonizó una noche importante ante el Bayer Leverkusen en Alemania con otro golazo. Esa misma temporada, su cabezazo en el King Power Stadium fue vital para encarrilar la eliminatoria ante el Leciester City.
También ante el Real Madrid en el último partido del Vicente Calderón en competición europea, marcando el primer gol que ilusionó a todo el estadio con una remontada que no llegaría. Sin embargo, aquel partido quedará para la historia por la preciosa imagen que dieron todos los aficionados animando orgullosos a su equipo tras caer bajo una tormenta de lluvia y relámpagos. Eso sí, la Copa de Europa también ha dejado huella en Saúl por el accidente que sufrió en 2015, donde a punto estuvo de perder un riñón por un traumatismo renal.
Sea como fuere, Saúl Ñíguez se marchará del Atlético de Madrid con 48 goles y 26 asistencias, además de siete títulos. Ha estado presente desde el principio hasta el final en la exitosa etapa de Simeone, siendo uno de sus hombres más importantes cada temporada. Desgraciadamente, el paso de los años tenía previsto un destino que muy pocos se esperaban.
El momento del declive
La gran expectación que se creó con Saúl Ñíguez en sus primeros años ha sido un hándicap que le ha perjudicado. Desde hace varias temporadas atrás, el rendimiento del centrocampista ha ido decayendo, algo que le ha ido afectando de manera personal. Dejó de ser el futbolista que enamoró a toda Europa, reduciendo su nivel de agresividad, peligro y amenaza para el portero rival, además de convertirse en un jugador mucho más plano.
Comenzaba a haber un "run run" extraño, uno que nunca antes había sonado con Saúl Ñíguez, y el jugador no pudo hacer frente a la situación que vivía. Así las cosas, su nivel futbolístico cayó en picado y se veía a una persona con una falta de confianza que un futbolista de élite no podía tener.Simeone lo notó, y empezó a dejarle fuera del once de manera progresiva hasta llegar a hoy donde, a pesar de haber tenido muchos minutos, no es indispensable para el Cholo.
Se le intentó recuperar con una cesión al Chelsea que poco ayudó, por lo que terminó volviendo al año siguiente. Ya en esta última campaña, se pudo confirmar el estado psicológico en el que estaba el jugador tras la tanda de penaltis que el Atlético ganó al Inter. Sin embargo, Saúl falló su lanzamiento y al final del encuentro hizo un comunicado disculpándose y abriéndose sobre su situación.
De esta manera, se hace evidente que la mejor solución es que Saúl Ñíguez y el Atlético de Madridseparen sus caminos. Tanto por lo psicológico como por lo futbolístico, que se ponga a fin a la relación será algo que tarde o temprano merecerá la pena. Eso sí, es imposible negar que será una marcha dolorosa en el club por lo que Saúl Ñíguez ha llegado a simbolizar, una auténtica leyenda más del Atlético de Madrid.