"Es necesario que las cuatro patas de la mesa estén firmes para conseguir los objetivos: directiva, jugadores, afición y cuerpo técnico". ¿Cuántas veces se lo habremos oído decir a Diego Pablo Simeone? Innumerables. Y es que a veces se necesita ver el filo del precipicio para reaccionar, nos pasa a nosotros como personas también.
Este año, también le ha pasado al Atlético de Madrid, que está haciendo todo lo posible por volver a tener sus cuatro patas firmes. Con respecto a la directiva, se fichó a Oscar Mayo y Carlos Bucero como directores generales para darle un nuevo aire al club. Tanto en el aspecto económico como deportivo.
En lo que concierne a los jugadores, ya se han despedido a jugadores como Vitolo, Mario Hermoso, Gabriel Paulista, Memphis Depay o Stefan Savic. Algunos de ellos despedidas duras, otras no tanto. En el cuerpo técnico se despidió a una leyenda como el Profe Ortega y en su lugar se contrató a Luis Piñedo y subieron a Luis García Tevenet del filial.
Y en el más importante, la afición, tras unos años hastío hacia una directiva que parecía que no contar con su afición, todo comenzó a cambiar dando un giro de 180º. El punto de inflexión: la consulta acerca de la vuelta al escudo o la continuidad por el logo. Seis años de protestas y reivindicaciones dieron su fruto en una votación vinculante sobre volver al escudo de siempre, al de 1947, con el que todos los atléticos se sienten representados.
Habría que esperar un año más para que, ahora sí, los atléticos pudieran mirar orgullosos al pecho y ver un escudo con el que todo el mundo se siente representado. Tras alguna temporada donde se observaba un cisma en el conjunto de la afición colchonera, hoy se ve unión y armonía.
Una celebración muy familiar
Muestra de ello fue la fiesta vivida ayer para celebrar este acontecimiento que para muchos parecerá una nimiedad, pero para los atléticos es mucho más. Es volver a recuperar el sentimiento de pertenencia, es recordar el espíritu del Vicente Calderón e incluso reencontrarse con sentimientos pasados. Decenas de peñas se congregaron ayer en los aledaños del Metropolitano para bailar, cantar y celebrar que hoy se sienten un poco más cerca del Atleti que desean.
Música en directo, DJs, comida y bebida para abuelos, niños, padres, amigos... que fueron los personajes principales donde predominó la unión que Simeone siempre pide y que es necesaria para la consecución de objetivos. Como guinda a este pastel, la afición cantó el himno a capella alrededor de la estatua de Luis Aragonés.
También se pudo ver como los aficionados portaban una pancarta donde se leía “68.894... gracias” en muestra de agradecimiento a los socios que votaron a favor de la vuelta del escudo. En concreto un 88,68% de los que participaron, una mayoría absolutamente arrolladora.
“El corazón tiene razones que el marketing no entiende”, ese fue el eslogan bajo el que el Atlético de Madrid entonó el mea culpa y anunció la vuelta del escudo. Todo esto realizando un spot publicitario magistral donde representaban perfectamente este hecho tan significativo.