Hace unos meses, el Real Madrid se topó con un grave problema cuando su único lateral izquierdo en plantilla, Ferland Mendy, cayó lesionado. Carlo Ancelotti estuvo varias semanas dándole vueltas a su posible sustituto y, tras valorar distintas opciones, decidió que Eduardo Camavinga debía ser el elegido.
Una decisión sorprendente, pues Camavinga nunca había jugado en la línea defensiva, pero poco a poco se fue ganando los elogios con grandes actuaciones. Sin embargo, el gran nivel que demostró cerró el debate del carril izquierdo antes de tiempo y ahora el Real Madrid sufre las consecuencias, pues ha sido eliminado de la Champions.
Eduardo Camavinga estuvo completamente superado por la habilidad de Bernardo Silva y Carlo Ancelotti cayó en la trampa. El italiano pensaba que había descubierto América, pero Pep Guardiola era consciente de que Camavinga estaba ocupando una demarcación en la que no se siente cómodo y quiso aprovecharlo para decantar la balanza a su favor.
Eduardo Camavinga tiene que jugar en su posición
Eduardo Camavinga es uno de los mediocentros con mayor proyección del panorama futbolístico, pero la baja de Ferland Mendy le ha empujado a ocupar el carril izquierdo durante un largo tiempo. Una situación que no gustaba al francés desde el principio, pero en la que Carlo Ancelotti decidió insistir hasta que se ha topado de frente con el problema.
Y es que por muchas condiciones físicas y tácticas que tenga, Eduardo Camavinga no puede convertirse en lateral de la noche a la mañana. Es cierto que, en líneas generales, Camavinga ha cumplido con nota cuando Ancelotti le ha reclamado en esa posición, pero también se le ha visto sufrir en alguna situación concreta y el City lo supo aprovechar.
Desde el primer momento de partido, Eduardo Camavinga estuvo tremendamente exigido por Bernardo Silva y no pudo frenarlo. De hecho, el menudo extremo portugués consiguió anotar los dos primeros goles del partido y fue un auténtico quebradero de cabeza. Una situación que no estaba prevista en la mente de Carlo Ancelotti, que no supo anticiparse antes del partido ni reaccionar durante el mismo.
Eduardo Camavinga no era la única opción de Carlo Ancelotti
Durante muchos meses, Eduardo Camavinga era la única solución de la que disponía Carlo Ancelotti para cubrir las bajas. Sin embargo, para la vuelta de las semifinales de Champions, el técnico blanco ya tenía disponible a toda la plantilla, pero decidió insistir en su idea. Un error garrafal, pues tenía opciones mucho mejores.
Para empezar, Carlo Ancelotti ya sorprendió a todos al dejar en el banco a Antonio Rüdiger y colocar en el costado a Eduardo Camavinga. Y es que el central alemán había sido el héroe de la ida y muchos pensaban que formaría pareja con Militao para dejar que fuese Alaba el que actuase como carrilero zurdo. De este modo, Camavinga podría haber actuado en el centro del campo y haber ayudado a Kroos, Modric y Valverde en la presión.
Sin embargo, Carlo Ancelotti decidió seguir en sus trece y Eduardo Camavinga volvió a sustituir a Mendy. Una decisión que perjudicó claramente al Real Madrid, pues Bernardo Silva hizo lo que quiso y, además, el Madrid no consiguió hacer ni cosquillas pese a jugar con tres delanteros.
El Real Madrid necesita fichar
Evidentemente es muy fácil hablar a toro pasado, pero Eduardo Camavinga ya había reconocido en varias ocasiones que no le gustaba su nuevo rol y que no se sentía cómodo. Dos motivos más que suficientes para que, en un partido de tanta envergadura, Carlo Ancelotti hubiera optado por una solución más natural.
Ahora ya no hay marcha atrás, pero de cara al año que viene es evidente que el Real Madrid necesita reforzarse. Para ello, el club blanco ya ha firmado a Fran García, pero su incorporación se antoja insuficiente cuando Ferland Mendy está en la rampa de salida. El francés no ha terminado de convencer a los aficionados blancos y, además, esta temporada ha sufrido demasiadas lesiones.
Ante esta situación, Eduardo Camavinga se postula como recambio de Fran García para el año que viene. Sin embargo, el partido del City puede marcar un punto de inflexión en el planteamiento de Florentino Pérez, que intentará traer a un lateral de garantías para liberar a Camavinga.