El Atlético de Madrid debe cambiar su mentalidad cuando el toca competir lejos del Metropolitano. La temporada está siendo de contrastes, mostrando dos caras entre los partidos de local y los de visitante. Ya son cuatro derrotas en LaLiga, todas ellas a domicilio y tras protagonizar unos partidos muy lejos del nivel que se espera del equipo.
Simeone afirmó que lo que le falta al equipo es llevar su rendimiento del Metropolitano a los partidos de visitante, pero falta el cómo. La realidad es que el conjunto colchonero no termina de arrancar lejos del Metropolitano, incluso en las victorias ha demostrado un nivel más que cuestionable. Por lo pronto, el Atlético deberá ganar los dos últimos partidos del año para seguir en la lucha por el título de LaLiga.
Simeone debe buscar soluciones
El principal valedor para lograr mejorar el rendimiento fuera de casa es el técnico rojiblanco. El equipo ha mostrado debilidades a la hora de afrontar los partidos, comenzando a un nivel muy inferior que su rival. No se sabe si es intensidad, nivel de juego o una plantilla lejana a competir, pero no es normal el contraste de esta temporada.
El Atlético ha logrado ganar todos sus partidos en el Metropolitano, lo que le ha permitido situarse cerca de sus objetivos en todas las competiciones. Sin embargo, tanto en LaLiga como en Champions League, el Atlético ha saltado a estadios rivales mostrando un nivel impropio un equipo grande. Si se quiere aspirar a títulos, el conjunto colchonero debe salir con respeto, pero sabiendo que la victoria es el objetivo y una posibilidad real.
Antes del choque ante el Athletic Club, muchos aficionados rojiblancos ya daban el partido por perdido por el rendimiento fuera de casa. Eso es algo triste, más teniendo en cuenta que la plantilla del Atlético tiene más nivel que para salir derrotado en partidos de visitante. Girona será el próximo viaje, un rival duro y en donde no valdrá salir con dudas, porque caerás en los mismos errores.
Plantilla o mentalidad
El problema puede ser uno o muchos, porque este equipo ha demostrado su lado bueno y su lado oscuro. En el Metropolitano, el Atlético ha sido capaz de remontar cualquier resultado ante grandes y pequeños equipos. Ya sea en Europa o en España, los rojiblancos han logrado convertir al Metropolitano en uno de los estadios más complicados de todo el mundo.
Sin embargo, fuera de casa es como si todo se cayese, una torre que se derrumba sin ningún remedio. Y eso puede ser por una plantilla incapaz de poder jugar tantas competiciones a la vez, agotándose el físico del equipo antes de lo previsto. Queda mucha temporada, pero el Atlético necesitará mejorar sus visitas si no quiere protagonizar una temporada mediocre y sin nada en juego en marzo.