El mercado de fichajes sigue trayendo giros inesperados, negociaciones largas y operaciones que se complican cuando menos se espera. En ese contexto, el Atlético de Madrid está viviendo una situación que ha empezado a generar cierto malestar interno. Las conversaciones con el Tottenham no avanzan como el club esperaba.
Desde hace semanas, el conjunto colchonero trabaja en reforzar la defensa con una incorporación de primer nivel. Diego Pablo Simeone quiere subir el listón atrás, y el objetivo está muy claro desde el primer día. No obstante, el camino hacia ese fichaje está siendo mucho más lento y tenso de lo previsto.
El objetivo defensivo de Simeone
El cuerpo técnico considera clave reforzar el eje de la zaga tras los problemas de esta temporada. La dirección deportiva tiene el visto bueno del entrenador para ir a por un central con jerarquía. El nombre que encabeza la lista tiene experiencia en Premier League, en la Serie A y en la selección argentina.

Pese al interés del Atlético de Madrid, el club que posee sus derechos no tiene ninguna intención de facilitar su salida. Las posturas están lejos de un punto de entendimiento, y eso ha generado frustración en los despachos rojiblancos. El jugador vería con buenos ojos recalar en el Metropolitano, pero todo está bloqueado.
El Tottenham no cede ni un metro
La respuesta desde Inglaterra ha sido contundente: no piensan rebajar ni un euro del precio. El Tottenham exige una cifra cercana a los 70 millones de euros por su central. Para el Atlético de Madrid, esa cantidad es completamente desproporcionada y fuera de mercado.
La operación por el Cuti Romero, que en un principio se contemplaba como prioritaria, se ha enfriado con el paso de los días. Gil Marín ya ha transmitido que el club no va a entrar en una guerra de cifras que ponga en peligro el equilibrio económico. La paciencia tiene un límite, y los rojiblancos ya han comenzado a buscar otras alternativas, como Hincapié o Hancko.
Simeone valora al argentino por su carácter competitivo, liderazgo defensivo y experiencia en la élite, lo quiere en su equipo. Pero también entiende que el club no debe hipotecarse por un solo fichaje, y además con el historial de lesiones que tiene el Cuti Romero. Mientras tanto, la secretaría técnica ya rastrea otras opciones que acabarán llegando al Atlético de Madrid.
El enfado es real, porque desde el Atlético de Madrid consideran que el Tottenham está utilizando tácticas dilatorias. Además, el entorno del jugador no ve avances concretos, lo que podría empujar a otras partes interesadas a entrar en la puja. El tiempo corre y el club necesita cerrar pronto a su central para tratar de tenerlo disponible para el inicio de la pretemporada.