La selección uruguaya no repitió las actuaciones que venía trayendo, algo comprensible teniendo enfrente a Brasil, en lo que siempre es todo un clásico sudamericano. Bielsa repitió su once de gala en esta Copa América, sin la presencia de Giménez, nuevamente suplente. Aunque no duraría mucho su entrada al campo, Ronald Araújo volvería a caer lesionado y Bielsa tendría que tirar del jugador del Atlético.
Fue una primera parte pobre, prácticamente sin situaciones, excepto en un saque de esquina que Darwin cabeceó y le pegó a Militao rozando el palo. La primera gran llegada era de Uruguay, aunque fuese accidental porque ninguno de los dos hacía nada más que repartir palos.
El nuevo rival a escena: Endrick
Brasil no pasaba la mitad de la cancha, ampliamente superado por la presión que dispuso el técnico argentino. Los brasileños, con la baja de Vinicius Junior por sanción, apostaron por otro madridista que dará que hablar, Endrick.
Endrick no tuvo su noche, totalmente anulado entre los zagueros uruguayos que iban al bulto siempre que podían. Los celestes eran superiores, ganando las posesiones y cortando el juego si era necesario, los brasileños no podían desplegar su magia. Paquetá desesperado, Rodrygo no encontraba a Endrick y los minutos pasaban y pasaban.
En otro saque de esquina bien botado por Nicolás de la Cruz, pasaba por delante de toda la defensa brasileña y Mathias Olivera vuelve a ganar por alto, pero se va desviado. De Brasil seguíamos sin novedades. De la Cruz manejaba el ritmo del juego para desesperación en la banda de Dorival Junior, que no podía frenar al futbolista del Flamengo.
Al ritmo de Nico de la Cruz
Es el 7 uruguayo precisamente quien vuelve a generar peligro. Se juntó con Nández que le puso un caramelo a la cabeza de Darwin, y este remató mal colocado el giro de cabeza. Uruguay volvía a inquietar en el área brasileña y era el que dominaba el juego, de lo poco que se jugaba.
Llegó la primera de Brasil, Alisson Becker sacó en largo para que Joao Gomes lograra encontrar a Raphinha. Este se fue directo al arco ya con la entrada de Giménez que le contenía y Rochetsacó una mano espectacular. El portero uruguayo ya avisaba lo que se venía.
Mathías Viña salió tocado en la segunda parte, lo sustituyó un gran Seba Cáceres que frenó los ataques brasileños. El scratch mejoró claramente y empezó a controlar el juego, los cambios de Dorival dieron empuje a los canarinhos.
En una entrada muy a destiempo, Nahitan Nández cazó a Rodrygo Goes, el madridista voló por los suelos con el tobillo de goma. Herrera primero sacó amarilla y tras la revisión del VAR dejó a Uruguay con 10. Bielsa decidió dejar de ser Bielsa, o mejor dicho, empezar a ser Bielsa y quitó a Darwin del campo.
Uruguay tenía una clara misión, aguantar como sea hasta los penaltis. Cierto que las llegadas de Brasil eran nulas, pero eran 11 contra 10. Los celestes lograron su cometido con un Giménez algo tardío en la marca. Preocupación para el Atlético de Madrid viendo cómo otro de sus hombres claves no sobresale en esta Copa América.
Giménez fallo su penalti y Ugarte le mete en Semis
Empezó anotando Valverde, Militao sucumbió ante la mirada de Rochet, y así Uruguay cogió ventaja pronto. Bentancur anotó y Andreas Pereira (ahora hablaremos de él) también. De Arrascaeta puso el 3-1 a Uruguay, Douglas Luiz falló. Era toda de Giménez, pero el colchonero se encontró con Alisson Becker.
Martinelli se puso en el partido con el 3-2 y Manuel Ugarte con ese 4-2 definitivo metió a Uruguay en unas semis donde se verá con el mejor James que se recuerde en los últimos años, liderando a Colombia. La retransmisión nos dejo una imagén preciosa de un seguidor del Atlético de Madrid con su bandera y su camiseta, apoyando previsiblemente a Uruguay.
Luis Suárez, que no jugó, le recordó a Andreas Pereira que él era suplente de De Arrascaeta en el Flamengo, que mejor no caliente a los celestes, que responden como respondieron.