El Atlético de Madrid cuajó ayer por la noche uno de los peores partidos que se le recuerdan en la era de Diego Pablo Simeone. El conjunto colchonero se desplazó hasta Lisboa para medirse al Benfica, equipo que fue superior a los rojiblancos en todas las facetas del juego. Los lisboetas atosigaron al Atlético hasta el punto de endosarle un duro 4-0 difícil de digerir y que sirve como toque de atención para los importantes partidos venideros.
Lo único descatable de un mermado Atlético de Madrid fue, una vez más, guardameta, Jan Oblak, quien salvó a los rojiblancos en varias ocasiones. Oblak poco pudo hacer en los 4 goles lisboetas, dos de ellos de penalti, pero realizó varias paradas de muchísimo mérito para evitar que el resultado fuese aún más abultado. Al concluir el encuentro, el esloveno no escondió su frustración al micrófono e hizo una autocrítica severa sobre el juego del equipo.
Oblak estalla ante el micrófono
El portero del Atlético se mostró bastante dolido y decepcionado con la imagen del equipo en el encuentro ante el Benfica. El que un día fuese el equipo del esloveno, fue ayer la peor pesadilla de un Atlético de Madrid que no supo contrarrestar el juego de los portugueses. Siendo el 4-0 un resultado contundente y doloroso de por sí, el marcador pudo haber sido todavía más abultado de no ser por la heroicidad de Jan Oblak.
El guardameta rojiblanco hizo una fuerte autocrítica sobre el equipo, alegando que el de ayer fue "el peor partido de la temporada". Oblak afirmó que "nadie se salva, no podemos dar una imagen así", además de focalizar en esos arranques de partido siempre complicados para el Atlético. "Otra vez empezamos mal, no hemos competido" fueron las palabras de un Jan Oblak al que no puede ponérsele ni un solo 'pero' en su actuación de ayer.
Oblak y Oblak
Y es que ya desde el inicio del encuentro, el esloveno fue salvador en dos acciones de muchísimo peligro de un Benfica que avisaba en la primera parte. Los portugueses se toparon con los formidables reflejos del esloveno, quien detuvo hasta tres o cuatro goles cantados y que estuvo bastante exigido durante todo el encuentro dada la fragilidad defensiva. Achacando bajas sensibles en defensa, Oblak y el Atlético saben que han de corregir la situación para evitar que esto suceda de nuevo.
Combato y me levanto
Y es que con las delicadas bajas de César Azpilicueta y Robin Le Normand, la defensa del Atlético de Madrid hizo aguas en Lisboa. José María Giménez, el mejor, un día más, de la zaga colchonera, no pudo contener las continuas arremetidas de los lisboetas al área colchonera. A expensas de poder revertir la situación y recuperar esa solidez defensiva del inicio de temporada, los del Cholo Simeone ajustarán muchas cosas para que esto no vuelva a suceder.