Saúl Ñíguez es otro, mucho más evolucionado, más crecido. Eso se nota en el terreno de juego, donde vuelve a ser uno de los hombres fuertes de Simeone. El medio alicantino apunta a ser titular en el Celta, pero antes da las claves de su evolución.
En una entrevista con Relevo, el internacional por España no se ha cortado. Ha querido hablar sin problemas de su situación, de la mejora que ha vivido y la situación que atraviesa.
Saúl habla del aprendizaje como explicación a su buen momento
En la entrevista, Saúl es cuestionado, precisamente, por ese buen momento que está atravesando. El jugador del Atlético de Madrid ha vuelto a ganarse un hueco en el once de Simeone. Eso se ha producido a base de una mayor madurez y evolución.
“El año pasado estaba igual de bien que ahora, a pesar de que no jugase. El míster toma decisiones, siempre pensando en lo mejor para el grupo o incluso para el partido”.
“Me encontraba y me entrenaba muy bien y no entendía que, a lo mejor, el míster pusiese a otro”.
“Pero sabía gestionar todo lo que depende de mí, poner todo mi énfasis en lo que realmente depende de mí. Que es dar lo mejor de mí, venir dos horas antes de entrenar, cuidarme para no tener lesiones”.
“Cuando llevas una continuidad de no jugar, no es fácil entrar y hacerlo bien. Todo el mundo lo intentamos, a veces sale y a veces no. ¿Qué pasa? Que la edad te da el gestionarlo mejor”, relata.
Saúl y su experiencia en el Chelsea como forma de recuperar el camino
Otro de los puntos de los que ha hablado Saúl es de su experiencia en el Chelsea. El mediocampista destacó lo que le enseñó su cesión en el conjunto inglés. No solo eso, sino su crecimiento, tanto a nivel deportivo como a nivel personal.
“Entendí el año pasado que tenía que venir con una humildad y comerme, entre comillas, todo lo que venga y aprovechar mi momento”.
Saúl se muestra sincero sobre la intranquilidad en el fútbol
“A mí me pagan por estar al 100% todos los días. El que decide quién juega es el entrenador, que para eso le pagan. Yo tenía que entender que tenía que estar preparado”.
“Imagínate que llega el momento que no vuelvo a jugar a un nivel alto. Que sí que me preocupa, pero voy a saber gestionarlo bien y poder ser feliz igualmente. Yo tengo que hacer lo que tengo que hacer y sé lo que tengo que hacer”, detalla.
La experiencia en el Chelsea ayudó a Saúl
A nivel deportivo, Saúl vivió una etapa diferente en el Chelsea. Él admite que sintió que podía ser importante desde el banquillo, un detalle fundamental para un equipo.
“Puedo ser importante desde donde me toque, jugando o sin jugar. Ojalá sea jugando, claro, pero los jugadores no entendemos la gestión del entrenador, no la entendemos o no la queremos entender”.
Los veteranos, un gran punto de apoyo para Saúl
Otro de los detalles en los que se enfoca Saúl durante la entrevista es en la importancia que han tenido los veteranos para su carrera. De hecho, relata que la marcha de Fernando Torres, Moyá o Gabi fue un momento “muy complicado”.
“Hasta los 25 años no me di cuenta de que era jugador de fútbol. Vivía en mi nube, de disfrutar de jugar al fútbol, no tenía presión”.
“Todo esto fue gracias también a la gente veterana de mi equipo, que siempre ayudaba y se comía los marrones. Yo solo me tenía que dedicar a jugar”.
“Entonces, tenía gente con mucha experiencia que me ayudaba a gestionar todo este tipo de cosas”, revela.
El cambio de posición, un momento clave para Saúl
“Si hubiese dicho 'no, no juego en ningún puesto más, juego en mi puesto, porque aquí es donde puedo triunfar', a lo mejor mi carrera hubiese sido mejor”.
“Pero no hubiese sido yo, porque yo sentía que necesitaba ayudar al entrenador y al equipo donde me pedían”.
“Y sí, te puedes perder, lógicamente, por jugar en tantas posiciones, pero yo lo hacía porque el entrenador y el equipo me necesitaban.
"Si el equipo me necesita, lo que mis padres me han inculcado es que juegas donde juegas, donde te necesita el entrenador. Pero hubo un momento que no disfrutaba de jugar, no disfrutaba de entrenar, entonces dije, 'míster, no, esto ya’”.