Tras el fichaje de Diego Pablo Simeone, el Club Atlético de Madrid experimentó un crecimiento histórico en el fútbol. Desde los directivos buscando nuevas vías de financiación, hasta los trabajadores del Área Social, que año tras año conseguían un nuevo record de socios. El equipo comenzaba a triunfar por Europa, y a darse a conocer por el mundo.
La raíz del problema
El crecimiento del club hizo que desde el Atlético se tratase de luchar contra los equipos más ricos del mundo. Estos ofrecían salarios estratosféricos comparados con la masa salarial del club, por lo que se decidió que lo mejor era retener a los jugadores. A partir de este momento comenzó una brutal subida de salarios en la primera plantilla del Atleti.
En cuanto al pago de salarios, desde 2014 a 2018 el Atlético de Madrid pasó de estar en el puesto 52 al top 20. Este ranking fue publicado por Global Sports Salaries Survey 2018 en el cual se analizaba el gasto salarial de los equipos en todos los deportes. Lo más curioso es que en ese top 20 solo había 8 equipos de fútbol, por lo que la presencia del Atleti es algo asombroso.
La venta de Falcao al Mónaco marcó un antes y un después, fue uno de los mayores errores tanto del jugador como del club. No se siguió el mismo ejemplo con jugadores como Koke o Antoine Griezmann, que cada verano recibían ofertas millonarias de los mejores clubes de Europa. En el caso del francés, hasta su salida al FC Barcelona, fue subiendo su sueldo hasta llegar a los 23 millones de euros.
La nueva hoja de ruta
El club ha entendido que para poder seguir creciendo debe invertir menos dinero en masa salarial. Desde hace un par de años, han comenzado a ofrecer contratos a la baja: Lemar fue de los primeros en aceptar la rebaja. Otro gran ejemplo fue Antoine Griezmann, que tras su regreso tan solo cobra alrededor de 7 millones de euros netos.
El último en aceptar una reducción considerable ha sido el capitán, Koke. Tras la renovación con el club de su vida, ha visto como cobrará un 50% menos a partir de ahora. Sin embargo, no todos ponen de su parte: un caso evidente es Saúl, que no aporta el nivel acorde a su sueldo, y por ahora no ha aceptado una rebaja.
Hemos podido escuchar hoy a Ruben Uría en su canal de Twitch hablar sobre el plan del club. Ha comentado que la masa salarial de la plantilla se rebajó un 20% en las últimas cuentas, desde los 320 millones de euros hasta 261. El objetivo principal es conseguir que este verano esa cifra sea de 225 millones, por lo que los jugadores que busquen subir su sueldo lo tiene muy complicado.
Gracias al propósito del club, podremos ver que jugadores son los que quieren jugar en el Atlético de Madrid, y que jugadores ven al club como un negocio. Veremos si renovaciones como las de Mario Hermoso, al que no se le ofrece el sueldo que él pide, se acaban haciendo. Pero el objetivo del club es claro, se acabaron los sueldos de equipos con jeque.