Desde hace varias temporadas, hay mucha importancia en el Atlético de Madrid con los carrileros de ambas bandas. Simeone, desde que varió su esquema al 5-3-2, ha buscado en el mercado a jugadores que puedan cumplir en esa posición. Nahuel Molina fue su favorito el verano pasado, teniendo la difícil tarea de sustituir a una pieza clave como Kieran Trippier.
Sin embargo, el rendimiento de Nahuel Molina ha bajado mucho con respecto a la temporada pasada. A pesar de llevar dos goles a estas alturas, los mismos que Marcos Llorente su papel en defensa está dejando mucho que desear. Anoche, fue uno de los señalados al descanso, muy flojo y con poca participación a la hora de sumarse al ataque por la derecha.
Nahuel Molina, vuelta al año pasado
Uno de los pocos futbolistas que no tienen reemplazo natural en el equipo rojiblanco es el lateral argentino. Por ello, es normal que Nahuel Molina sea indiscutible en el carril derecho, aunque su rendimiento sea menor al de hace meses. Su comienzo en el Atlético no fue el mejor, expulsado ante el Villarreal y siendo suplente en algunos partidos como ante el Real Madrid.
De hecho no fue hasta el nuevo año cuando Nahuel Molina mostró una mejora en su nivel. Salió campeón del mundo y empezó a ser una máquina de producir goles, terminando la temporada como uno de los mejores en su posición. Sin embargo, esta campaña está recordando a ese Nahuel Molina que tanto frustró a los aficionados rojiblancos y al que no le salía nada.
Seguramente, el hecho de no tener un suplente de garantías también tenga algo que ver. Al final, Nahuel Molina sabe que el único que puede ocupar su posición es Marcos Llorente, ya que César Azpilicueta está jugando más como central. Ahora, deberá empezar a crecer en el césped si quiere seguir manteniendo su titularidad y evitar volver al banquillo de suplentes.
Gil Marín y el reemplazo que jamás llegó
La idea del Atlético a principios de año era fichar a un jugador que pudiese dar descanso a Nahuel Molina. El elegido era Arnau Martínez, aunque el Girona no puso ninguna facilidad para dejar salir al joven lateral derecho español. Terminó llegando Matt Doherty, descarte del Tottenham, que no tuvo muchas oportunidades para ganarse un puesto en la plantilla.
Actualmente, la prioridad de Gil Marín es reforzar el centro del campo de cara al mes de enero. Por ello, Nahuel Molina no tendría más que la competencia de Marcos Llorente, aunque el español no quiere jugar en esa zona del campo. Solamente le queda regresar a su nivel para que el Atlético siga en la senda de la victoria y espantar los fantasmas del pasado.