Desde hace varios años los aficionados rojiblancos reclaman a la directiva una mayor inversión en la plantilla. El equipo cada año da la sensación de ser más débil, porque para poder competir con los mejores, hay que gastar dinero. Desde la dirección deportiva se transmite que los ingresos están dedicados a sanear la deuda.
Pero la realidad es otra completamente. El club si dispone del dinero suficiente para abordar ciertas operaciones y fichajes. Muchas veces, se realizan varias ofertas que ni los periodistas ni los grandes medios conoces y esto ha sucedido con el Atleti este verano.
Oferta estratosférica
La Premier League, al igual que compra caro, no vende nada barato. Resulta muy complicado poder negociar con los clubes ingleses y se ha demostrado estos últimos años. Ayer, un informe oficial del comisionado de la Premier dejó bociabiertos a todos los aficionados rojiblancos.
Resulta que durante el pasado verano, el Atlético de Madrid realizó una oferta de 50 millones de euros por Brennan Jonhson. El ahora jugador del Tottenham pertenecía el Nottingham Forest y los ingleses solicitaron 65 millones por él.
Dicha cantidad la pagaron los Spurs este mercado invernal para hacerse con los servicios del joven delantero. Ahora, el Forest se acuerda de esa oferta que rechazaron, pues se acaba de anunciar que han sido sancionados por incumplir el fair-play financiero.
Obligados a vender
La sanción recibida al club inglés puede llegar a ser mortal. Se les han restado cuatro puntos y ahora mismo se encuentran en puestos de descenso. Si finalmente terminan perdiendo la categoría, un acto de avaricia podría destrozar un proyecto.
Porque no es solo descender, también significaría tener que desprenderte de tus estrellas, para ajustarte al límite salarial de Segunda División. A ello está muy atento el Atlético de Madrid que tienen en su lista de objetivos al central del Nottingham Forest, Murillo.
El defensa brasileño apunta a salida clara si su equipo no disputa la Premier League la temporada que viene. Encajaría como anillo al dedo en lo que busca Gil Marín, joven y con minutos en la élite. Por tanto, una mala operación les puede costar un proyecto.