La victoria del pasado lunes ante el Villarreal puede suponer un punto de inflexión para el Atlético de Madrid y para Simeone. Más allá de los tres puntos, se pudo ver una versión más que buena del equipo rojiblanco en una de sus asignaturas pendientes. El Atlético de Madrid tuvo ocasiones más claras que el Villarreal y sufrió mucho menos en su propia área.
Además de ser un rival difícil, el contexto que tenía que hacer frente Simeone era más que complicado, estando fuera de las primeras posiciones. De hecho, la mayoría de equipos que se situaban por encima del Atlético de Madrid habían conseguido ganar sus respectivos partidos. Sin embargo, el conjunto colchonero respondió como merecía la opción y dispuso sobre el césped una versión muy mejorada.
Simeone y la presión alta
Una de las principales notas positivas de la victoria ante el Villarreal fue la presión de los atacantes. Desde el primer minuto, el Atlético de Madrid quiso ir a buscar a los centrales del Villarreal y evitar que pudieran salir jugando. De hecho, el submarino amarillo tuvo muy pocas opciones en ataque al verse obligados a tener que jugar balones en largo.
Aunque es cierto que esa presión no se mantuvo todo el partido, sí que apareció en los momentos claves para el Atlético de Madrid. Simeone es consciente de que el equipo ya no tiene los recursos necesarios para poder resistir un resultado corto. Por ello, siempre que fue posible, los jugadores del Atlético de Madrid quisieron salir de su propia área y evitar embotellarse.
Jugadas al primer toque
En una primera parte más que buena, se vio un Atlético de Madrid que quiso jugar rápido y abriendo mucho el campo. Riquelme seguramente fue el que mejor nivel demostró, conduciendo mucho la pelota y siempre terminando jugada. El Atlético de Madrid no quería liarse con el balón en los pies, queriendo siempre jugar en pocos toques para neutralizar la presión del Villarreal.
Una defensa de altos vuelos
Otro de los grandes problemas que venía demostrando el equipo rojiblanco era la facilidad con la que encaja gol. Aunque es cierto que el Villarreal fue capaz de empatar el partido la segunda mitad, Simeone quedó contento con el desempeño en defensa. El regreso de Josema Giménez a la zaga dio mucha más contundencia al Atlético de Madrid, especialmente al defender los centros laterales.
Desde hace tiempo, Simeone viene avisando que uno de los principales problemas del equipo son esos duelos individuales. El Villarreal era consciente de esta situación y siempre quiso apostar por probar colgando balones al área. De hecho, más allá del gol del submarino amarillo, Jan Oblak no tuvo apenas trabajo durante el resto del encuentro.
Confianza para la Champions League
La victoria del Villarreal ha supuesto una gran bombona de oxígeno para los objetivos que todavía le restan al Atlético de Madrid. La eliminatoria ante el Borussia Dortmund será muy complicada, aunque ambos equipos llegan a un nivel igualado. Por otro lado, a Simeone le restan dos finales en el campeonato liguero ante Girona y Athletic Club, ambos rivales por lograr clasificarse a la Liga de Campeones.